domingo, 26 de agosto de 2012

En Suelo Español

       Llegué al aeropuerto de Barajas en Madrid. Sinceramente nunca me enloqueció conocer España, pero ahí estaba (voy a anticipar que fue una de las experiencias más lindas que tuve). Un poco antes de tiempo en realidad, ya que según lo que había planeado, después de Inglaterra se suponía que iba a Budapest, Hungría y Praga en República Checa. Por cuestiones monetarias tuve que adelantar mi viaje a España y asegurarme que iba a estar cerca para tomarme mi vuelo de vuelta a casa.

       Mi amiga Sofi de Argentina me estaba esperando, tengo que agradecerle a ella también por haberme animado a emprender todo mi viaje, empezando por salirme de casa apenas cumplidos mis 18 para ir a vivir a Estados Unidos. 

      Esa misma noche estaba mudando algunas cosas de su piso de la ciudad hacia La Granja de San Ildefonso en Segovia, donde vive su mamá. Unos amigos de ella nos dieron un ride hasta allá en su auto y finalmente llegamos a destino.


       La Granja es un pueblo muy chico, tiene unos 5000 habitantes, todos se conocen entre sí y creo que hay más bares que gente! jaja. Si hay algo en lo que estamos equivocados es en decir que a los argentinos nos gusta salir y tomar más que a cualquiera... error.. los españoles primero. Al menos desde mi experiencia, para ellos un lunes no es "muy lunes". 

       Durante unos días no hice más que conocer un poco alrededor, fuimos al Palacio Real y los Jardines de San Ildefonso, salíamos a tomar algo en la noche, etc. Cada tanto nos íbamos a Segovia (a 15 minutos) y a Madrid.






       La mamá de Sofi trabajaba en un restaurante llamado Hay Motivo, y es ahí como enganché un laburo y comida. Una semana después de haber llegado, habían despedido a dos chicas; así que con Sofía "llenamos" esas vacantes. Ella atendiendo al público y yo ayudante de cocina entre otras cosas como ser limpieza de los baños y demás. En mi vida cociné, no sé si alguna vez había pelado una papa hasta ese momento y ni hablar de lavar baños. En la vida hay siempre una primera vez para todo.


      Todavía me quedaba más de un mes en Europa y la verdad era que casi no tenía un "duro" como dicen allá. En el bar desayunaba, almorzaba, había veces que merendaba y sin dudas cenaba. Por empezar, el "curro" como le dicen al trabajo, era sólo por un fin de semana y ganamos un "poquito bastante" que como buenas kamikazes los gastamos en dos billetes de avión...

                                            nos esperaba IBIZA baby!!!!!!!!!!!!

lunes, 20 de agosto de 2012

Últimos días en Londres

       Cuarto día en Londres, y el clima todavía estaba de mi lado, aunque se me presentaba un problema. El chico que me hospedaba esperaba a otra persona ese día y yo tenía que buscarme otro lugar. Era muy temprano y  estaba en una especie de desesperación porque ya casi no tenía dinero y gastarlo en una noche de hostel encima en libras esterlinas, era estar al borde de la quiebra. 

       Como era la semana de Wimbledon, muchas personas suelen alojar en sus casas a algunos turistas, así que mientras iba con mi valija divagando por ahí, le preguntaba a cada persona que encontraba afuera si tenía un lugar para hospedarme. Una señora dijo que podría hospedarme pero me cobraba 50 libras, estaba loca esa  mujer???!! Hasta encontré a un cura por la calle y le pregunté si tenía un lugar jaja, cosas que uno hace en momentos críticos. 

    Fui caminando hasta la estación del metro, me compré algo para desayunar en una especie de supermercado, me senté con mi yogurt y mi sandwich en el piso de la estación y vino un policía a sacarme. No había forma, dónde quería que me siente a comer? Había un café con un par de sillas en medio de la estación y le tuve que preguntar al chico que atendía si me dejaba sentarme a desayunar dignamente aunque no había comprado mi comida en ese puesto. Sonrió y amablemente me dijo que si. 

     Cuando terminé de desayunar, observé una mujer asiática que se notaba que había asistido a Wimbledon, se había comprado todo! Venía tapada con la toalla del torneo jajaj! Rápidamente intenté entablar conversación y en un momento le dije que buscaba donde quedarme (quién sabe, tal vez tenía un lugar para ofrecerme jaja) y me recomienda un hostel que no era muy caro en la zona de Earl's Court, de la cadena de Hi hostelling, ella acababa de hacer su check out en ese lugar. 

       Compré mi ticket del metro y me dirigí hasta Earl's court, al bajar caminé unas cuatro cuadras y me topé con el hostel, la ubicación era buena, y la zona no era mala, al menos durante el día. Hice mi check in, dejé mis valijas en un locker, pero gran error mio no llevar candado propio, por lo tanto esa mañana tuve que acarrear mi laptop por todos lados. 

       El hostel era bastante limpio y de buen ambiente, en la habitación estaba con una chica australiana que planeaba quedarse a "vivir" en el hostel hasta encontrar un trabajo, y por otro lado una chica de Perú. 
       Apenas logré acomodarme, emprendí mi recorrida de este día 4, empezando por Science Museum y Natural History Museum que eran gratis. Caminé hasta National Portrait Gallery que también era gratis y el cual terminó siendo uno de mis museos favoritos en Londres. Siempre tuve cierta curiosidad por la fotografía y las imágenes que estaban expuestas en ese momento eran increíbles! 

       Pasé nuevamente por Trafalgar Square y Westminster, un poco el recorrido que había hecho el día anterior pero le agregué una larga caminata a lo largo del Río Támesis, la cual es bastante entretenida y ese día estaba lleno de gente que aparentemente hacía su after office. La idea era llegar hasta el Tower Bridge y atravesarlo.  

       Tal vez sea muy repetitiva pero me tenía que tomar un tiempo para admirar lo que veía, y no dejar de tener mis pies sobre la tierra para poder disfrutarlo en el momento y no después. 

     Soy siempre una agradecida de la vida por esa oportunidad. Si hay algo que me hizo crecer mucho como persona fueron esos distintos viajes en los que gran parte del tiempo estaba sola y lograba conocerme cada vez un poco más, a madurar y ser responsable de cuidarme a mi misma. 

       Mi visita en la hermosa ciudad de Londres estaba llegando a su fin. Al día siguiente desayuné en el hostel, fui directo a la estación de tren para ir a la estación de bus y luego al aeropuerto de Gatwick. Cuando vi que el metro me costaba 4 libras solamente de una parada a la otra dije "ni loca", y tuve que hacer un truco muy argentino, pero me terminé tomando el bus con una tarjeta que ya tenía. 

       Londres me estaba despidiendo con un poco de llovizna, todo fue justo a tiempo. 


                                                         Next stop... Spain!!! 


Tercer día en Londres

       Mi tercer día en Londres comenzaba muy temprano en la mañana, a las 6:30am ya estaba en la parada del metro. Me bajé en la estación principal y me senté a desayunar mientras terminaba de armar mi itinerario del día. El clima me acompañaba, porque como es de esperar, en Londres suele ser muy inestable. 

      Me largué a caminar por esa bellísima ciudad, fue muy solitaria mi estadía durante esos días, pero eso hizo despertar mi lado observador de las cosas, de la gente, y la relación entre ambas. Empecé por Buckingham Palace hacia St. James's Park, el paseo era  muy tranquilo, apenas había gente pero era un placer respirar aire más puro y ver verde a tu alrededor. Llegué hasta Churchill Museum y luego emprendí una caminata de vuelta. Tenía en cuenta que a las 11:30am realizaban el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham, que es una de las atracciones turísticas más importantes de la ciudad, sin embargo algo monótono. Para conseguir un buen lugar hay que ir un poco más temprano. 

       Después de la ceremonia me crucé al parque, me compré un baguette de pollo y me senté en frente del palacio a comer. Mientras estaba ahí, observaba un gran grupo de gente vestidos de gala esperando a ingresar, y yo esperaba a reconocer a alguna cara famosa, pero no fue así. 

      Luego de mi almuerzo, era hora de seguir bajando kilos y me conduje hasta Hyde Park, uno de los parques más grandes en Londres que sirvió de modelo para los parques más importantes del mundo como, por ejemplo, Central Park en Nueva York. Un punto interesante es Speaker's Corner, cerca de Marble Arch, donde la gente puede exponer sus discursos, ya sean políticos o de otra índole, sin tener exclusivamente un permiso.


       El lugar es realmente gigante, está dividido por el lago Serpentine y a lo largo se puede encontrar gente haciendo deportes y actividades de todo tipo. Apenas comencé a sentir el cansancio y el calor, mi actividad fue recostarme en el césped, quitarme mis zapatillas y dormir una siesta. No tenía otro lugar y si no cerraba mis ojos un momento no podía continuar con la mitad del día que tenía por delante. Seguí caminando, llegué finalmente a Kensington Palace, que básicamente se encuentra en el mismo parque. Estaba en la entrada y decía "wow, acá es donde vivía Lady Diana". También pasé por la fuente en memoria a Lady Di, caminé muchísimo hasta ahí porque tenía que dar toda la vuelta. Cuando llegué no veía el memorial, claro no sabía que era una fuente de agua circular! jaja, en un punto me quise morir!

       Fui saliendo de Hyde Park para conducirme hasta Trafalgar Square, por supuesto me tomé uno de esos típicos buses rojos, no pensaba caminar más. Al llegar, el lugar era un mundo de gente, me senté alrededor de una de las fuentes, me saqué algunas fotos e ingresé a National Gallery que justamente ese día era gratis. Al salir, me senté en una de las escalinatas y me puse a conversar con un grupo de chicos y chicas que eran de México, al fin hablaba con alguien, creo que en todo el día no había entablado conversación más que conmigo misma jaja, ya era demasiada abstinencia. 



      Finalmente me dirigí hacia Westiminster y era increíble estar parada en frente del Parlamento, tener el Big Ben en mis narices y recordar todas las imágenes que alguna vez veía de ese lugar, siempre pensando que era inalcanzable. 


       Caminé a lo largo del puente, nunca faltan esos puestos donde comprar un pin o algún recuerdo del lugar, las fotos de los príncipes eran infaltables. Llegué hasta London Eye, increíble! Ya estaba terminando mi recorrido del día y se me antojaba un helado o algo. Como me estaba quedando sin dinero solo disponía de muy poco presupuesto para esos gustos, por una libra me compré una bocha de helado en McDonald's y me senté a esperar el atardecer de la hermosa ciudad de Londres.